Todo sentimiento remite a una historia. Poner en
palabras lo que sentimos no siempre resulta fácil, pero poder hacerlo nos
enriquece en nuestra mirada hacia nosotros y nosotras, hacia los otros y las
otras. Permite también resolver conflictos, que nos angustian, que nos dan
miedo, que necesitan de la ayuda del otro y así, aliviar malestares.
Además los alumnos dibujaron emojis con las tablets!!!
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